Descripción del proyecto

Automedicación
Boletín Salud N° 21 002

Automedicación

La automedicación es cuando una persona se medica por propia iniciativa y sin el consejo de un médico. Puede acarrear intoxicaciones, interacciones no deseadas con otros medicamentos o enfermedades del paciente y la disminución de la efectividad de los principios activos, como en el caso de los antibióticos.

Los especialistas de la salud son enfáticos en recalcar el peligro que implica la automedicación, tan común en nuestra sociedad. El uso abusivo de los medicamentos es un problema serio y grave, al que las personas aún no le toman en serio.

Su origen está en que no se realiza lo fundamental ante cualquier signo de enfermedad: el diagnóstico. Y el único que puede hacer esto es el médico, no los familiares, ni los amigos, ni el farmacéutico.

LA AUTOMEDICACIÓN SE PRESENTA DENTRO DE  CUALQUIER GRUPO DE EDAD

Los factores más importantes que parecen haber desencadenado esta cultura de administración de fármacos en domicilio por parte del propio enfermo sin consulta médica previa, podrían ser los siguientes:

  • Escasez de tiempo para acudir a la consulta médica en una sociedad actual dominada por las obligaciones laborales y domésticas.
  • Pérdida de la credibilidad sanitaria basada en el deterioro de la relación médico-paciente (se confía más hoy en día en el desarrollo tecnológico que en las «manos» de un doctor).
  • Procesos patológicos banales que por su carácter de cronicidad son poco valorados por el propio enfermo e interpretados por este como «automedicables» (resfriado común y gripe, cefaleas, trastornos gastrointestinales leves).
  • Contribución actual de los medios de comunicación y mala interpretación por parte de los pacientes de la cultura sanitaria aportada: hoy en día existe mucha información y «todo el mundo entiende de medicina“.
  • Escases de medicamentos: el médico receta un medicamento, este no se consigue y el paciente toma un “genérico que le dijeron” sin consultar con su médico.
  • Propagandas de medicamentos que muestran alivios inmediatos de síntomas, que en muchas ocasiones complican más la patología de base (tos seca nocturna y asma).

EL PELIGRO DE LA AUTOMEDICACIÓN

El peligro real de esta actitud es que todo medicamento químico tiene diversos efectos secundarios. Esto es que paralelamente al efecto terapéutico, pueden causar en el paciente molestias adicionales como somnolencia, mareos, dolor de cabeza, entre otros. En la mayoría de los casos, estas dolencias no son graves, pero en otros, el daño puede ser fatal.

La automedicación sin control médico o farmacéutico comprende una serie de riesgos para la salud que en muchos casos son desconocidos por las personas:

  • Toxicidad: efectos secundarios, reacciones adversas y en algún caso intoxicación.
  • Falta de efectividad, porque se utilizan en situaciones en las que no están indicados. Por ejemplo, a veces se toman antibióticos para tratar procesos víricos para los cuales no son efectivos.
  • Dependencia o adicción.
  • Enmascaramiento de procesos clínicos graves, y por lo tanto retraso en el diagnóstico y en el tratamiento.
  • Interacciones con otros medicamentos o alimentos que la persona está tomando. Puede haber una potenciación o una disminución del efecto del medicamento.
  • Resistencias a los antibióticos: El uso excesivo de antibióticos puede hacer que los microorganismos desarrollen mecanismos de defensa ante de estos medicamentos de forma que dejen de ser eficaces.

El personal de la salud espera que los pacientes lleguen a la consulta sin haber consumido medicamentos por cuenta propia, ya que estos pueden alterar los resultados que se requieren para un correcto diagnóstico. Es por esta razón que es fundamental consultar con el médico antes de tomar cualquier medicamento por cuenta propia.

 

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